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7 formas de reducir la factura de la luz en verano

Para evitar sustos sustos en la factura de la luz cuando suben las temperaturas, aquí tienes 7 maneras de asegurarnos de que nuestro consumo energético no se dispara.
reducir la factura de la luz en verano


7 formas de reducir la factura de la luz en verano

Cuando suben las temperaturas y empieza a hacer calor (o hay una ola importante con temperaturas extremas), tendemos a utilizar aparatos como el aire acondicionado o ventiladores para mantenernos frescos. Por norma general, esto puede hacer que suba nuestra factura de la luz. Para evitar sustos, aquí tienes 7 maneras de asegurarnos de que nuestro consumo energético no se dispara:

  1. Baja las persianas
    Durante las horas centrales del día es importante tener las persianas bajadas. ¿La razón? El calor entra, principalmente, por las ventanas. Por eso, si evitamos que el sol dé directamente en las habitaciones principales de la casa, evitaremos tener que poner ventiladores en marcha o encender el aire acondicionado y ahorraremos en la factura. Eso sí, asegúrate de no bajar las persianas demasiado para no tener que encender bombillas.
  1. Usa ropa de cama de algodón
    Cuando hace mucho calor es normal que durmamos menos. Para descansar mejor y no abusar del ventilador, tenemos que eliminar el sudor que se acumula en nuestro cuerpo de manera eficaz. Descansar con tejidos que absorben la humedad, como el algodón, es muy útil para ayudarnos a relajarnos y dormir mejor.
  1. Controla el uso del aire acondicionado
    Para mucha gente, el aire acondicionado es 100% imprescindible en verano. Y es normal, en España llegamos fácilmente a temperaturas por encima de los 38 grados. Pero hay que tener cuidado. Para mantenernos frescos y que la factura no sea desorbitada, lo mejor es mantener una temperatura mínima de 26 grados, ya que el aire consume un 8% más de energía por cada grado de temperatura menos que se programe.

  2. Instala placas solares en tu vivienda
    Al instalar paneles solares puedes ahorrar hasta un 70% de tu factura de la luz al año. Además, estarás ayudando al planeta. Cuando consumes energía solar que has producido con tus propias placas, evitas la entrada de 1,2 toneladas de CO2 en la atmósfera al año. ¿No está mal, verdad?
  1. Refresca el ambiente con plantas
    Las plantas van más allá de la decoración: ayudan a respirar mejor, mejorando el estado anímico, y regulan la humedad. Durante el día aportan oxígeno fresco y absorben gases contaminantes, mejoran y purifican el aire, y consiguen que el ambiente tenga un poco más de humedad. ¿No sabes qué planta poner? Algunas de las más prácticas son: el helecho, la lengua de tigre o la cinta. 

  2. Sé consciente de cuándo usas tus electrodomésticos
    Algunos aparatos como la lavadora o el horno necesitan mucha energía para funcionar y además expulsan calor, por lo que es mejor utilizarlos durante las horas más frescas del día. Es mejor utilizar electrodomésticos energéticamente eficientes (A+++) con los que se puede ahorrar hasta un 60% de energía. Además, al enchufarlos es mejor cerrar las puertas de las estancias para que el calor que generan no traspase. 
  1. Cambia las bombillas tradicionales por LED:
    Es cierto que en verano hay muchas horas de luz natural y no necesitamos darle al interruptor tanto como en invierno. Pero, si tienes que hacerlo, mejor que tus bombillas sean LED. Las bombillas tradicionales (incandescentes) emiten mucho calor y consumen más. Además, las LED duran mucho más tiempo que las bombillas tradicionales, así que el ahorro está asegurado.

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