La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero que genera cualquier actividad o proceso. Estos gases se emiten principalmente por la combustión de combustibles fósiles para la generación de energía y son los responsables del cambio climático. El gas de efecto invernadero más conocido es el dióxido de carbono (C02). Explicado de manera sencilla estos gases lo que hacen es reducir la permeabilidad de la atmósfera por lo que la radiación solar que entra deja de salir con facilidad y hace que la temperatura global de la tierra esté en aumento.
La huella de carbono se utiliza como para cuantificar el impacto que tiene las actividades o procesos que llevan a cabo una persona/organización/nación sobre el cambio climático. En el mapa interactivo de esta página web puedes ver la huella de carbono de diferentes países en el 2022. Cuantificar el impacto es el primer paso para luego detectar los procesos que generan un mayor impacto y así poder tomar medidas para reducirlo y mitigar los efectos del cambio climático.
Los edificios consumen energía a diario para cubrir las necesidades de calor, frío e iluminación a diario. Por lo tanto, los edificios tienen una huella de carbono. La huella de carbono de un edificio se calcula teniendo en cuenta el origen de la energía que se utiliza para cubrir estas necesidades.
Una parte de estas necesidades se cubren con la combustión de gas natural, gasóleo o carbón que emiten CO2 y otros gases de efecto invernadero. La otra parte se cubre con el consumo de electricidad que a su vez se genera a través de fuentes de energía no renovable que también emiten gases de efecto invernadero y de fuentes de energía renovable.
En Europa los edificios son responsables del 40% de la demanda energética anual y de un 36% de las emisiones de CO2. Más concretamente en España, el sector residencial es responsable del 5% de la huella de carbono nacional.
Para dar un ejemplo, en este blog vamos a calcular la huella de carbono del consumo eléctrico en una vivienda media. Los datos que necesitamos son:
Con estos datos de generación se estima que por cada kWh de electricidad generada en España a día de hoy se emiten 259 g de CO2 a la atmósfera. Sabiendo esto y teniendo en cuenta el consumo de la vivienda podemos estimar que se emiten 1.500 kg de CO2 a la atmósfera cada año por el consumo de electricidad en una vivienda unifamiliar media en España.
6.000 kWh x 259 g de CO2 a la atmósfera = 1.500 kg de CO2/vivienda al año
Para que te hagas a la idea, teniendo en cuenta que una encina es capaz de absorber 65 g de Co2 al año, necesitamos 25 encinas para absorber el CO2 que emite una vivienda unifamiliar en España.
Una manera sencilla de reducir la huella de carbono que genera el consumo de electricidad de tu vivienda es instalando paneles solares.
Al instalar paneles reduces el consumo de electricidad que proviene de la red y cubres esa necesidad energética con la electricidad generada por tus paneles que no emiten ningún tipo de gas de efecto invernadero.
Siguiendo con el ejemplo de arriba, si en esa vivienda se instalan paneles solares que generan la misma cantidad de electricidad que se consume en la vivienda la huella de carbono del consumo de electricidad de la vivienda puede llegar a reducirse en un 100%.
Por lo tanto y para concluir, teniendo en cuenta los excedentes, la reducción de la huella de carbono del consumo de electricidad en la vivienda puede llegar hasta un 100% aproximadamente. Esto es lo equivalente a 1550 kg de CO2 al año, y a lo que absorben 25 encinas en un año.