Artículo escrito por José Luis García, experto solar de Samara.
En Samara sabemos que, cuando pensamos en instalar placas solares fotovoltaicas en nuestro tejado, nos surgen muchas preguntas. En este artículo vamos a intentar responder algunas de ellas.
A día de hoy existen diferentes y variadas soluciones de anclaje para la colocación de paneles solares fotovoltaicos, por lo que, en principio, para cada tejado existe una solución. Sin embargo, hay varias cosas que tener en cuenta antes de afrontar una instalación solar:
Los sistemas de instalación que utilizamos en Samara están diseñados para evitar las goteras ya que, como comentábamos antes, el amplio abanico de posibilidades de anclaje que existe ahora mismo nos permite reducir este riesgo al mínimo.
En este ejemplo visual podemos observar cómo se usa la parte más elevada de la teja para perforar. Encima de nuestros agujeros colocaremos las placas, así evitamos tanto la caída de agua directa, como la que resbala por nuestro tejado, ya que esta última correrá por la parte baja.
Usamos también una junta epdm (de caucho de etileno propileno dieno) que está especialmente diseñada y un sellante de construcción adecuado.
Al colocar paneles fotovoltaicos sobre nuestro tejado, es posible que estos puedan verse desde el exterior. Esto dependerá de la inclinación del tejado y de la extensión de la instalación.
Además, la instalación requiere de otros elementos que pueden no ser tan evidentes como son el inversor, las protecciones, el cableado, las baterías, el vatímetro, etc. y su impacto estético dependerá de la infraestructura existente en el lugar de instalación.
En Samara siempre buscaremos minimizar el impacto visual de nuestro trabajo y la opinión del cliente es muy importante en este sentido. Salvo en raras excepciones(ej. que aumentemos mucho el recorrido de cableado, espacio físico insuficiente, etc.) el cliente podrá decidir lo que considere más adecuado para su instalación. Además, si existen canalizaciones adecuadas, las utilizaremos.
En este caso, me gustaría aclarar que es una opinión personal. Personalmente, yo elegiría siempre los equipos adaptados a la instalación que voy a realizar en este momento concreto. Esto es porque la tecnología en el sector solar cambia muy rápido. Voy a tratar de explicarlo: cuando hay avances en muy poco tiempo, como es el caso, hay veces que los cambios no siempre llevan compatibilidad con los equipos de anteriores generaciones. Cuando realizamos nuestra instalación, está adaptada a los equipos disponibles hoy, pero quién conoce lo que saldrá al mercado mañana.
Un ejemplo claro es el sobredimensionado de la potencia pico de nuestro inversor. Si lo sobredimensiono pensando en mañana hacer una ampliación, seguramente los paneles que instale a futuro tendrán mayor potencia y quién sabe si la admisión del inversor instalado permitirá las características de los nuevos paneles a instalar.
Otro ejemplo sería poner un inversor híbrido pensando en instalar baterías más adelante. ¿Sabemos qué capacidades de batería tendremos dentro de un año? ¿Serán compatibles todavía con mi inversor? Estas son preguntas cuya respuesta suele ser “nadie lo sabe”. Y , además, existen soluciones de almacenamiento que no dependen del inversor por si quiero añadir almacenamiento a mi instalación a posteriori.
La respuesta es sencilla: ¡nada!
Yo siempre recomiendo a los clientes que sigan con sus hábitos de consumo habituales ya que, si hemos decidido bien los elementos de nuestra instalación, la habremos adecuado a nuestro modo de vida.
Esto no quita que, por supuesto, el rendimiento de nuestros paneles siempre será superior durante las horas de mayor radiación solar. Por consiguiente, será mejor realizar nuestro mayor consumo durante ellas, salvo que optemos por la instalación de un sistema de almacenamiento que nos permita ampliar el rango de consumo.